Me estoy enamorando de la literatura de lengua inglesa. Y si existe algo que hoy me motiva a estudiar inglés es eso. Especialmente porque hay que leer los originales, como dicen mi querido Román, y mi querida Valeria. Aunque esta última sea una eximia traductora, y aunque sepamos lo bonito que es una buena traducción. Aún así. Poder leer el original es todo un privilegio. Y para filólogos, una necesidad.
Pero, como aún no puedo hacerlo como debería, leo una muy buena traducción de algunos cuentos de Angela Carter. Me encantan. ¿Cómo no la había leído antes? Sus relatos en La cámara sangrienta son estupendos, escalofriantes. Relecturas de cuentos de hadas. Tan crueles como los originales medievales. Elegí leer primero el "Micifuz con botas" (no me gusta mucho la traducción española del título, significa lo mismo, pero creo que se podría mantener "gato"). Los gatos, siempre los gatos.